domingo, 3 de octubre de 2010

Con precisión extrema se afinan detalles para rescate de mineros en Chile

Los preparativos para el rescate, a mediados de este mes, de los 33 mineros atrapados en un yacimiento del norte de Chile dejan poco al azar: con reloj en mano se calculan los tiempos que llevará sacarlos del fondo y trasladarlos en helicópteros a un hospital.

Una serpenteante ruta de tierra pisada de 1,2 km de distancia, que conecta el hospital de campaña hasta cuatro helipuertos, será el último trecho que recorrerán en ambulancia los obreros atrapados desde el 5 de agosto, según los planes previstos.

El tiempo para transitar todo el trayecto es de unos tres minutos hasta el lugar donde esperarán los helicópteros militares que trasladarán a los mineros a un hospital estatal de Copiapó, vecina de la mina San José, a 800 km al norte de Santiago.

Las naves demorarán otros 12 minutos desde la mina hasta el poblado vecino, capital de la Región de Atacama, en el desierto del mismo nombre, en la última fase del inédito y gigantesco operativo de rescate minero.

En los últimos días ya hicieron vuelos de prueba y medición de tiempos de las aeronaves del Ejército y la Fuerza Aérea chilena, según reportó anteriormente el asesor del Ministerio de Interior, Cristian Barra.

"Son dos terrazas las que tenemos acá (zona de los descensos), son cuatro helicópteros que se pueden posar en los helipuertos, dos por cada terraza", explicó este domingo José Hernández, un funcionario de la empresa estatal minera Codelco que supervisa estos tramos de evacuación.

Cada terraza tiene una dimensión de 50x50 metros y están a unos 150 metros de altura, desde la base de las operaciones de salvataje, una zona rodeada de montañas de baja altura.

En su parte inferior los 33 mineros serán recibidos, tras ser izados, uno a uno, en una cápsula o jaula metálica especialmente diseñadas para que quepan por una de las tres tuberías que se cavan, una de las cuales ya avanzó a los 428 m sobre un total de 630 m.

Hernández explicó que los helipuertos, cuyo suelo es hasta ahora de tierra y piedra, serán asfaltados con "bischofita", una mezcla de cloruro de magnesio y agua, muy útil para suprimir la polvareda y para estabilizar carreteras.

Antes de iniciar su viaje en helicóptero hasta el hospital de Copiapó e inmediatamente después de llegar a la superficie, los mineros serán trasladados a un hospital de campaña o "triage", montando en las cercanías de la mina, donde se les realizará una primera evaluación médica.

Ahí se verá si los mineros sufrieron alguna descompensación física, durante su ascenso que demorará de 30 minutos a 1 hora.

Luego del chequeo médico, los trabajadores tendrán un breve encuentro con sus familiares y, posteriormente, serán trasladados en ambulancia hasta los helipuertos.

El rescate, previsto inicialmente para inicios de noviembre, fue adelantado para la segunda quincena de octubre por el buen desempeño de las perforadoras que cavan los ductos para el rescate pese a algunos contratiempos.

Este domingo la perforadora T-130 -la más avanzada de las tres- retomó sus funciones tras quedar paralizada el sábado después de un cambio en su martillo. La máquina avanzó hasta los 428 m sobre un total de 630 m previstos.

En tanto una sonda petrolera RIG-421, que cava el tercer plan de rescate, tuvo una "desviación importante" en su dirección y obligó a modificar momentáneamente el diámetro de su perforación, aunque sin detener su trabajo.

"Encontramos una desviación importante y por lo tanto tuvimos que aplicar lo que hemos denominado el plan alternativo para retomar la dirección", afirmó el ingeniero a cargo del rescate, André Sougarret.

La máquina llegó a los 204 m y le faltan 393 m más.

El llamado Plan A, en tanto, a cargo de una perforadora Strata 950, permanecía detenida por mantenimiento y se estima que reiniciaría su labor el martes próximo. La máquina llegó a los 587 m.

Entre tanto, en el Campamento Esperanza, en las afueras del yacimiento de cobre y oro, los familiares de los mineros aguardan por ellos en tranquilidad, porque están seguros que el reencuentro será pronto.

Un derrumbe el 5 de agosto, en el interior de la mina, dejó prisioneros a los trabajadores, entre los que se encuentra un boliviano.

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