miércoles, 20 de octubre de 2010

Pueblos originarios de Chile: Diaguitas

Entre los ríos Copiapó y Choapa, en un territorio semidesértico, vivieron los diaguitas. Su cultura e influencia se propagó por diversas regiones, ya que fue a través de esta población que los incas dominaron y se expandieron por el centro norte de Chile y parte de Argentina.

En lo que hoy es el Norte Grande de Chile encontramos culturas que por mucho tiempo mantuvieron contacto con algunas de las grandes tradiciones culturales andinas. Entre ellas están los aymara, quienes habitaron una gran extensión de territorio que incluye los alrededores del lago Titicaca en Bolivia, el noroeste argentino y el norte de Chile, en las regiones de Arica, Parinacota, Tarapacá y Antofagasta. Dentro de estas regiones se ubicaron en distintos pisos ecológicos, como el altiplano y la puna (a 3.800 metros sobre el nivel del mar), la sierra y los valles altos de la precordillera; los valles bajos y las ciudades del norte; los centros mineros y la costa.

Los ancestros de los aymara nacen a orillas del lago Titicaca, como pequeñas aldeas que se desarrollaron de forma importante al ser influenciados por la cultura Tiwanaku, que implementó importantes avances afectando gran parte de la zona norte de Chile y Argentina. Entre los rasgos que los destacan, está la construcción de edificios en piedra finamente tallada y una decoración que tenía como diseño emblemático un personaje llamado el Señor de los cetros.

Luego de la caída de Tiwanaku, estos ancestros de los aymara se juntaron en grupos y formaron los señoríos collas, dentro de los cuales algunos llegaron a obtener mucho poder. Por mucho tiempo vivieron de forma independiente, pero hacia el año 1400 d.C. fueron conquistados por los incas, el imperio más importante de Sudamérica, que lograron gobernar una gran extensión de territorio, desde el sur de Colombia hasta el centro de Chile. Si bien los aymara se encontraban bajo su poder cuando entraron en contacto con los españoles, mantuvieron su mismo sistema de vida hasta la conquista que desarmó su sistema de señoríos y prohibió su religión y creencias.

Economía:
Como sistema de vida, los aymara aprovechan y usan diversos recursos de cada piso ecológico en que viven. Los intercambian y los trasladan entre el altiplano y la costa. Practican la agricultura y horticultura en chacras, en terrazas y en los oasis del desierto. También trabajan la ganadería de llamas, alpacas y corderos.

Arte:
Entre algunas de las expresiones de arte aymara se conoce la textilería, con la cual fabricaron en el pasado sus ropas de hermosos colores y diseños. Tejieron gruesas camisas de lana de camélido, fajas que se amarraban en la cintura, bolsas llamadas chuspas donde guardaban hojitas de coca y todo tipo de hierbas. Hicieron sandalias de cuero, complicados gorros y adornos como joyas, vasos y bastones de mando de plata. Otro aspecto importante en la vida de los aymaras era la música y el baile, que además de ser una diversión, eran importantísimos en las fiestas y celebraciones religiosas.

Organización social:
El pueblo aymara es bastante heterogéneo ya que está formado por grupos diferentes. Se organiza según el territorio que ocupan, así en cada piso ecológico se encuentran distintos grupos, que en su conjunto formaron la sociedad aymara. En el pasado existieron distintos pueblos-capitales donde se intercambiaban productos y trabajo, y donde se realizaban distintos rituales.

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