lunes, 26 de noviembre de 2012

Las peores mascotas de los mundiales




Vía Espn
Hoy se dio a conocer que la mascota del mundial Brasil 2014 se llamará Fuleco,
después de cerrarse la votación entre los hinchas brasileños. El armadillo elegido como símbolo de la Copa del Mundo se llamará Fuleco, según señaló la Fifa.
En una votación realizada en Brasil, donde hubo polémica cuestionando los nombres que existían como alternativas, el 48 por ciento eligió el nombre ganador, mientras que la opción “Zuzeco” recibió el 31 por ciento de los votos y “Amijubi” el 21 por ciento.
Fuleco es una fusión de las palabras “futebol” (fútbol) y ecología.
Y bueno, esto nos lleva a pensar.
Uno de los grandes misterios de la historia de los Mundiales es la función de las mascotas. ¿Para qué sirven? ¿Por qué existen? ¿Qué malvado genio del marketing entendió que era ventajoso asociar la imagen de un torneo a un hombre disfrazado de animal vitoreando en conjunto con dos tribunas opuestas?.
Cuando nuestro equipo gana, uno logra verlas como personajes simpáticos y divertidos. En cambio, cuando toca perder, las ganas de darles una potente golpiza se apoderan de nosotros, como si ellas fueran las responsables del resultado.
Durante el mes de la Copa del Mundo aparecen en comerciales, en partidos, en las calles, en productos de merchandising. Hasta en nuestras más crueles pesadillas. Cada organizador elige un elemento propio del país y luego lo transforma en un personaje animado con mayor o menor grado de originalidad.
Por lo general, tanto esfuerzo finaliza en una criatura olvidable.
Los freaks de ESPNdeportes.com, en desacuerdo general con la existencia de tan diabólico elemento, realizaron una democrática pero a la vez arbitraria votación para elegir a las peores mascotas de la historia de los Mundiales. Fue trabajoso: todas son malas.

5. STRIKER – ESTADOS UNIDOS 1994

Striker
Un perro, colmo de la originalidad
Estados Unidos tenía todo para generar el personaje perfecto como cara del Mundial: NBA, NFL, NHL…. Los antecedentes eran muchos, y lo más sencillo era pensar que una nación experiente en mascotas desde años inmemoriales compusiera un logotipo sofisticado, entretenido, impactante y representativo. Expertos en marketing y en americanismo reunieron sus cabezas, consultaron grupos de opinión, pusieron su más riguroso empeño profesional y dibujaron una figurita simplona y sin gracia que no despertó precisamente interés en el publico deportivo norteamericano (al que, para ser sinceros, poco importaba el Mundial por entonces). Los profesionales se decidieron por un perro. Guau. El mejor amigo del hombre fue el peor enemigo de la originalidad.


4. GOLEO – ALEMANIA 2006

Goleo
La versión muppet de un error
Plaza Sésamo no pudo haberlo pensado peor. Para salir de la recurrencia virtual y los meros dibujitos, los diseñadores de Alemania establecieron su símbolo en una marioneta gigante, sin más. Para colmo de males, era un león. Y un león gordo, fuera de forma, que intentaba jugar al fútbol con la camiseta del seleccionado local. Vamos, muchachos, podrían haber pensado en algo mejor. Es difícil comprender que esta nación dura y cervecera quisiera identificarse con un blando y fofo felino. Lo más triste, quizá, fue la amistad que decidieron endilgarle al pobre muppet de la melena con una pelota virtual inmersa en carcajadas. Si la pelota se ríe, se imaginarán cómo nos habremos reído nosotros.


3. GAUCHITO – ARGENTINA 1978 / JUANITO – MÉXICO 1970

Gauchito y Juanito
Gemelos de diseño en la desgracia
He aquí un caso -que no es uno, sino dos- en el cual la representatividad local ha sido confundida in extremis con la imagen de exportación comprada por los colonialistas. El gauchito porteño con bombilla en mano, el pequeño y rechoncho mexicano con sombrero. Nada más lejos que esas imágenes de lo que realmente es el pueblo de cada uno de esos países. En dos trazos, los cráneos publicitarios aplastaron siglos de historia y cultura. En el caso de Argentina, se agrega el nefasto simbolismo mundialista -más allá de lo que haya ocurrido dentro de la cancha- de servir como pantalla a una feroz dictadura militar. Al menos en México jugó un Brasil impecable.


2. TIP Y TAP – ALEMANIA 1974

Tip y Tap
La Alemania dividida, unida
Aún no han sido despejadas todas las dudas acerca de lo que querían simbolizar los dibujantes de este dúo germano. Quizá quisieron mostrar que en tiempos de una división explícita entre comunismo y capitalismo, el país se mantenía tan unido como el mundo que se trasladaba a él para jugar al fútbol en busca de un trofeo. Tal vez intentaban demostrar que la diversidad -ser alto y rubio; ser bajo y morocho- podía ser superada en un abrazo deportivo. A lo mejor apuntaron al sentido nacionalista más puro: los dos somos uno. Sea como fuere, el resultado final fue este risible retrato, más propio de una caricatura en los diarios que de un simbolismo de superación y esperanza. Más para las tiras cómicas que para la Copa del Mundo.


1. SPHERIKS – COREA Y JAPÓN 2002

Spheriks
Casi Teletubbies, mucho miedo
Si hay un elemento definitivo que puede dejar clara para siempre la brecha cultural entre Oriente y Occidente, ése es la mascota de Corea-Japón. O bien, las mascotas. Las Shperiks, cada una con su nombre: Kaz, Ato y Nik. Muchas cuestiones misteriosas rodean a estos seres cuasi mágicos. En principio, ¿por qué son tres? O más importante aún, ¿tres QUÉ? ¿Monstruos? ¿Duendes? En algún punto, más que espíritu deportivo infunden un temor sereno de sudor frío. Y más allá de esto, ¿por qué uno tiene una bola de cristal? El miedo se agiganta si a una de esas criaturas sin origen se le atribuyen poderes mágicos. No parecen representar demasiado la pasión de un Mundial. Quizá no sea su culpa: el fútbol se inventó en Occidente.

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