En la actualidad, la obesidad es uno de los trastornos médicos más frecuentes, y tiene un gran impacto sobre la salud. Diversos estudios recientes también han mostrado una relación entre el peso corporal y la estructura del cerebro. La obesidad ha sido asociada con un menor volumen cerebral total y una menor densidad de la materia gris.
Ahora, una investigación a cargo de expertos del Instituto Max Planck para las Ciencias Cognitivas y Cerebrales Humanas en Leipzig, Alemania, el University College de Londres, y otras instituciones, ha revelado una relación, que depende del género, entre el exceso de peso y la estructura de la materia blanca cerebral.
El equipo de Karsten Mueller investigó la estructura de la materia blanca de personas de ambos sexos, delgadas y obesas, usando una técnica especial de resonancia magnética por imágenes (MRI por sus siglas en inglés).
Se detectaron cambios en el cuerpo calloso, una estructura cerebral con 250 millones de fibras nerviosas que conectan a los hemisferios derecho e izquierdo del cerebro. Los axones son los responsables de trasmitir señales en el cerebro, y la mielina conforma una capa aislante que rodea los axones.
Al aumentar el índice de masa corporal (IMC), cambia la movilidad del agua, tanto a lo largo de las fibras nerviosas como a través de ellas. Los investigadores detectaron en ambos sexos una difusión más lenta a lo largo de las fibras nerviosas. En las mujeres encontraron además un mayor movimiento a través de las fibras. Ambos hallazgos podrían ser indicios de procesos degenerativos diferentes.
Ahora, una investigación a cargo de expertos del Instituto Max Planck para las Ciencias Cognitivas y Cerebrales Humanas en Leipzig, Alemania, el University College de Londres, y otras instituciones, ha revelado una relación, que depende del género, entre el exceso de peso y la estructura de la materia blanca cerebral.
El equipo de Karsten Mueller investigó la estructura de la materia blanca de personas de ambos sexos, delgadas y obesas, usando una técnica especial de resonancia magnética por imágenes (MRI por sus siglas en inglés).
Se detectaron cambios en el cuerpo calloso, una estructura cerebral con 250 millones de fibras nerviosas que conectan a los hemisferios derecho e izquierdo del cerebro. Los axones son los responsables de trasmitir señales en el cerebro, y la mielina conforma una capa aislante que rodea los axones.
Al aumentar el índice de masa corporal (IMC), cambia la movilidad del agua, tanto a lo largo de las fibras nerviosas como a través de ellas. Los investigadores detectaron en ambos sexos una difusión más lenta a lo largo de las fibras nerviosas. En las mujeres encontraron además un mayor movimiento a través de las fibras. Ambos hallazgos podrían ser indicios de procesos degenerativos diferentes.
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