El Gobierno de Estados Unidos estudia un proyecto de ley que requerirá que los servicios de comunicación como Facebook y Skype permitan el espionaje electrónico de los mensajes de sus usuarios si reciben una orden federal, informó The New York Times.
La Casa Blanca planea presentar el proyecto ante el Congreso el próximo año, según el diario, que cita a funcionarios próximos a las conversaciones.
El plan responde a la preocupación de los servicios de investigación y seguridad nacional por la creciente popularidad de las comunicaciones por Internet, que sustituyen a las telefónicas cada vez más, también en el caso de los sospechosos de crímenes y terrorismo.
Para cerrar esa brecha, las redes sociales, los servicios de mensajería instantánea y los de correo electrónico encriptado, como los que ofrece Blackberry, deberán ser capaces de cumplir con cualquier orden federal de espionaje de los mensajes, como si de escuchas telefónicas se tratara.
“Estamos hablando de interceptar con autorizaciones legales”, dijo al diario la consejera general de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), Valerie E. Caproni.
“No hablamos de expandir nuestra autoridad. Hablamos de preservar nuestra capacidad de ejecutar nuestra autoridad actual para proteger la protección del público y la seguridad nacional”, añadió.
Además de a la Casa Blanca y al FBI, el proyecto implica a funcionarios del Departamento de Justicia y la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, por su sigla en inglés), que llevan “meses” reuniéndose para trazar una propuesta, pero aún no han alcanzado un acuerdo en algunos asuntos, según el rotativo.
Uno de los puntos más conflictivos es la decisión de qué marcas se consideran proveedores de servicios de comunicaciones.
La Administración del presidente Barack Obama considera una definición que englobe a los operadores que funcionan también en el extranjero, como Research In Motion (RIM), el fabricante canadiense de teléfonos Blackberry, que recientemente tuvo problemas con los Gobiernos de India y Dubai por no ser capaces de facilitar la vigilancia de los mensajes.
El cambio en las regulaciones exigiría una importante adaptación de la tecnología de los programas, lo que, según el vicepresidente del Centro para la Democracia y la Tecnología, James X. Dempsey, supone un reto para “los elementos fundamentales de la revolución de Internet”.
“Pretenden que las autoridades rediseñen servicios que se benefician de la arquitectura de Internet, que es única y ahora también omnipresente”, dijo Dempsey al diario.
“Básicamente, quieren dar marcha atrás en el reloj y hacer que los servicios de Internet funcionen como funcionaba antes el sistema telefónico”, opinó.
Estados Unidos ya exige, por una ley de 1994, que los teléfonos y las redes de telecomunicaciones incorporen una tecnología que permita las escuchas, pero esa legislación no se aplica a los proveedores de servicios de comunicación.
El pasado año, el FBI gastó 9,75 millones de dólares para ayudar a esas compañías a desarrollar su capacidad de soportar la vigilancia electrónica, y ha incluido 9 millones más en su presupuesto de 2010 para la misma tarea, detalló el diario.
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